La disfunción eréctil es la incapacidad persistente para obtener o mantener una erección suficiente para una actividad sexual satisfactoria. Afecta aproximadamente al 19% de los hombres españoles entre 25-70 años, siendo más frecuente con la edad. Los síntomas incluyen dificultad para lograr erecciones, mantenerlas o reducción en su rigidez. Es recomendable buscar tratamiento cuando el problema persiste durante más de tres meses. Los factores de riesgo principales incluyen diabetes, hipertensión, obesidad, tabaquismo, estrés y problemas cardiovasculares.
En España están disponibles varios tratamientos efectivos para la disfunción eréctil. El sildenafil (Viagra y genéricos) actúa durante 4-6 horas y debe tomarse con el estómago vacío. El tadalafilo (Cialis y genéricos) ofrece una duración de hasta 36 horas, permitiendo mayor espontaneidad. El vardenafilo (Levitra) tiene efectos similares al sildenafil pero con menor interferencia por alimentos. El avanafilo (Spedra) presenta inicio de acción más rápido, en aproximadamente 15 minutos. Todos pertenecen a la familia de inhibidores PDE5, diferenciándose principalmente en duración, tiempo de inicio y tolerabilidad individual.
Estos medicamentos están contraindicados en pacientes que toman nitratos, con hipotensión severa o insuficiencia cardíaca grave. Las interacciones importantes incluyen:
Para un uso seguro, evite el alcohol excesivo, no combine con otros tratamientos para la disfunción eréctil y consulte siempre con su médico sobre otros medicamentos que esté tomando.
La eyaculación precoz se define como la eyaculación que ocurre antes de lo deseado, generalmente en menos de un minuto tras la penetración. Se clasifica en primaria (presente desde las primeras experiencias sexuales) y secundaria (desarrollada posteriormente). Este problema afecta significativamente la autoestima, las relaciones de pareja y la satisfacción sexual, impactando negativamente en la calidad de vida y bienestar emocional del paciente.
La dapoxetina (Priligy) es el único medicamento oral aprobado específicamente para eyaculación precoz en España, tomándose 1-3 horas antes de la actividad sexual. Los anestésicos tópicos como cremas con lidocaína o benzocaína reducen la sensibilidad aplicándose 10-15 minutos antes. Entre las opciones sin receta están:
La elección del tratamiento debe individualizarse según la gravedad y preferencias del paciente.
La alopecia androgenética es la forma más común de pérdida capilar en hombres, afectando al 50% de los varones mayores de 50 años. Esta condición se debe a la sensibilidad del folículo piloso a la dihidrotestosterona (DHT), una hormona derivada de la testosterona. Los patrones típicos incluyen las entradas frontales y la coronilla, progresando gradualmente desde clasificaciones leves hasta la calvicie completa. El tratamiento debe iniciarse en las primeras fases para obtener mejores resultados y frenar la progresión de la pérdida capilar.
En España disponemos de diversas opciones terapéuticas efectivas para tratar la alopecia masculina. La finasterida oral, comercializada como Propecia o en versiones genéricas, constituye el tratamiento de referencia al inhibir la enzima 5-alfa-reductasa. El minoxidil tópico, disponible en concentraciones del 2% y 5%, estimula la circulación del cuero cabelludo. Los champús anticaída especializados complementan el tratamiento farmacológico, mientras que los suplementos nutricionales aportan vitaminas y minerales esenciales. Las combinaciones terapéuticas, supervisadas por especialistas, suelen ofrecer los mejores resultados al atacar la alopecia desde múltiples frentes simultáneamente.
Los resultados del tratamiento antialopecia requieren paciencia, siendo necesarios entre 3-6 meses para observar mejoras significativas y hasta 12 meses para evaluar la eficacia completa. Los posibles efectos secundarios incluyen:
El mantenimiento continuo del tratamiento es fundamental, ya que suspender la medicación puede revertir los beneficios obtenidos.
La hiperplasia benigna de próstata (HBP) consiste en el crecimiento no canceroso de la glándula prostática, afectando al 50% de hombres entre 50-60 años y al 90% después de los 80 años. Los síntomas urinarios característicos incluyen dificultad para iniciar la micción, chorro débil, goteo post-miccional y necesidad de orinar frecuentemente, especialmente por la noche. Es importante diferenciarla del cáncer de próstata y la prostatitis, condiciones que requieren enfoques terapéuticos específicos y seguimiento médico especializado.
El arsenal terapéutico para la HBP en España incluye diferentes familias farmacológicas con mecanismos de acción complementarios. Los alfa-bloqueantes como tamsulosina y alfuzosina relajan la musculatura del cuello vesical, proporcionando alivio sintomático rápido. Los inhibidores de la 5-alfa-reductasa, finasterida y dutasterida, reducen el tamaño prostático actuando sobre las hormonas masculinas. Las combinaciones farmacológicas potencian los beneficios de ambos grupos. La fitoterapia, especialmente el saw palmetto y extractos de semillas de calabaza, ofrece alternativas naturales con evidencia científica para casos leves a moderados de la enfermedad.
El déficit de testosterona, también conocido como hipogonadismo masculino, es una condición en la que los testículos no producen suficiente hormona masculina. Esta deficiencia puede ser primaria (problema testicular) o secundaria (problema hipotalámico-hipofisario). Los síntomas incluyen fatiga, disminución de la libido, pérdida de masa muscular, depresión y disfunción eréctil. El diagnóstico requiere análisis sanguíneos específicos que midan los niveles de testosterona total y libre, además de evaluación clínica completa por un especialista endocrinólogo.
El tratamiento del déficit de testosterona ofrece diversas alternativas terapéuticas adaptadas a cada paciente. Los geles de testosterona proporcionan absorción transdérmica diaria y niveles hormonales estables. Las inyecciones intramusculares ofrecen liberación prolongada cada 2-4 semanas. Los parches transdérmicos garantizan administración continua durante 24 horas. También existen estimulantes naturales como el tribulus terrestris y la ashwagandha que pueden ayudar a optimizar la producción endógena de testosterona, siempre bajo supervisión médica especializada para determinar la opción más adecuada.
La terapia de reposición hormonal requiere supervisión médica estricta y monitorización regular mediante análisis de sangre. Está contraindicada en casos de cáncer de próstata, apnea del sueño severa y policitemia. Es fundamental realizar controles periódicos del antígeno prostático específico (PSA), hematocrito y función hepática. Los efectos secundarios pueden incluir acné, retención de líquidos y alteraciones del estado de ánimo, por lo que el seguimiento profesional garantiza un tratamiento seguro y eficaz.
Una nutrición adecuada es fundamental para mantener la vitalidad masculina y optimizar el rendimiento físico y mental. Los hombres requieren nutrientes específicos para apoyar la producción hormonal, la salud cardiovascular y la función reproductiva. Las vitaminas del complejo B son esenciales para el metabolismo energético, mientras que la vitamina D contribuye a la producción de testosterona. Los minerales como zinc y magnesio son cruciales para la salud reproductiva y la función muscular. Los antioxidantes como vitamina E y selenio protegen contra el estrés oxidativo y apoyan la fertilidad masculina.
Nuestra farmacia online ofrece una amplia gama de suplementos especializados para la salud masculina. Los multivitamínicos formulados específicamente para hombres contienen las dosis óptimas de nutrientes esenciales. Los suplementos de zinc apoyan la producción de testosterona y la salud prostática. La vitamina D3 es fundamental para el sistema inmunitario y la salud ósea. Los ácidos grasos omega-3 protegen la salud cardiovascular y reducen la inflamación. Los probióticos masculinos mejoran la digestión y el bienestar general. También disponemos de productos naturales para potenciar la libido como maca peruana y ginseng coreano.
Las dosis recomendadas varían según la edad y necesidades individuales. Los hombres jóvenes (20-40 años) pueden beneficiarse de multivitamínicos básicos, mientras que los mayores de 40 requieren mayor aporte de vitamina D y antioxidantes. Es importante considerar las posibles interacciones con medicamentos, especialmente anticoagulantes y antihipertensivos. Se recomienda consultar con un especialista antes de iniciar cualquier suplementación, particularmente en casos de: