La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por niveles elevados de glucosa en sangre debido a que el organismo no produce suficiente insulina o no la utiliza de manera eficaz. Esta condición afecta la capacidad del cuerpo para procesar el azúcar, lo que puede provocar complicaciones graves si no se controla adecuadamente.
Los síntomas más comunes incluyen sed excesiva, micción frecuente, fatiga, visión borrosa y pérdida de peso inexplicable. Los factores de riesgo comprenden antecedentes familiares, obesidad, sedentarismo y edad avanzada. El diagnóstico temprano es fundamental para prevenir complicaciones cardiovasculares, renales y neurológicas.
En España, existen diversos tratamientos farmacológicos efectivos para controlar la diabetes tipo 2. La metformina es generalmente el medicamento de primera línea, ya que reduce la producción de glucosa hepática y mejora la sensibilidad a la insulina, con mínimos efectos secundarios.
Los inhibidores DPP-4 como sitagliptina y vildagliptina estimulan la liberación de insulina cuando los niveles de glucosa están elevados. Las sulfonilureas incrementan la secreción de insulina pancreática. Los inhibidores SGLT2 como empagliflozina y dapagliflozina facilitan la eliminación de glucosa por la orina. Los agonistas del receptor GLP-1 ralentizan el vaciado gástrico y promueven la saciedad.
Es fundamental seguir las indicaciones médicas sobre horarios y dosificación. Los efectos secundarios pueden incluir náuseas, diarrea, hipoglucemia o infecciones urinarias, dependiendo del medicamento. Siempre consulte con su farmacéutico o médico ante cualquier duda sobre su tratamiento.
El tratamiento con insulina es fundamental para personas con diabetes tipo 1 y algunas con tipo 2. En las farmacias españolas encontrará diferentes tipos de insulina según su duración de acción: insulina rápida (actúa en 15-30 minutos), intermedia (2-4 horas) y lenta o basal (hasta 24 horas). Las marcas más disponibles incluyen Lantus, Humalog, NovoRapid y Tresiba, entre otras.
Los métodos de aplicación han evolucionado significativamente:
Es crucial mantener horarios regulares de aplicación, conservar la insulina en refrigeración (2-8°C) y rotar los sitios de inyección entre abdomen, muslos y brazos. El ajuste de dosis debe realizarse según las mediciones de glucemia y bajo supervisión médica especializada.
El control regular de los niveles de glucosa es esencial para un manejo efectivo de la diabetes. Los glucómetros tradicionales siguen siendo la herramienta más utilizada, requiriendo tiras reactivas y lancetas disponibles en todas las farmacias españolas. Los sistemas de monitoreo continuo (CGM) representan una alternativa moderna que proporciona lecturas constantes sin pinchazos frecuentes.
La frecuencia de medición varía según el tipo de diabetes y tratamiento:
Los valores normales oscilan entre 70-130 mg/dl en ayunas y menos de 180 mg/dl después de las comidas. Es fundamental registrar los resultados en un diario glucémico y realizar controles de hemoglobina glicosilada (HbA1c) cada 3-6 meses para evaluar el control a largo plazo.
La hipoglucemia se manifiesta con sudoración, temblores, mareos y confusión. Es crucial tener siempre glucosa de acción rápida disponible para su tratamiento inmediato. Por el contrario, la hiperglucemia presenta síntomas como sed excesiva, micción frecuente y fatiga, requiriendo ajuste de medicación bajo supervisión médica.
El control adecuado de la diabetes previene complicaciones graves. El cuidado diario de los pies es fundamental para evitar úlceras e infecciones. Las revisiones oftalmológicas anuales detectan retinopatía diabética tempranamente. Mantener la presión arterial y colesterol en valores óptimos reduce significativamente el riesgo cardiovascular. El seguimiento médico regular permite ajustar el tratamiento y prevenir complicaciones futuras.
Una alimentación equilibrada es clave en el manejo de la diabetes. Los edulcorantes artificiales como sacarina, aspartamo y stevia permiten disfrutar de sabores dulces sin afectar la glucemia. El ejercicio físico regular mejora la sensibilidad a la insulina y el control glucémico.
Existen productos específicos que facilitan el cuidado diario: